Tengo tatuado el olor a cigarro.
La rabia la descargué. Se fue con la voz que use para corear esa canción en japonés.
En medio del letargo, no sé ni que pensar ni hacer. Inmóvil.
Engordo, sentado. Mientras sigo con la vista al tiempo morado, golpeado; que se fuga.
El dolor de cabeza ya es por si insoportable. Aún más que en la mañana.
El chirrido también.
Hay una cita de Baudelaire que resumiría mi día. Pero basta de literatura. Aunque sea por un rato.
Ahora tan solo deseo darme cuenta, advertir por fin, que aún duermo.
Otro día ha comenzado, según dicen. No estoy seguro.
Aún no estoy preparado.
satoshixD
On sábado, 7 de mayo de 2011
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