satoshixD On domingo, 23 de mayo de 2010

El calor derrite las teclas, mientras los ojos, sudorosos, acarrean las silabas.
El tecleo se hace uniforme y hasta incluso algo ruidoso-.
Es tan solo un síntoma, un agravio que pica
una entrada, una advertencia mortal.

Se aproxima, si ¡Se viene!
Es algo inevitable.
Un troyano cancerigeno, que no da tregua.
Es el calor el que nos ahoga, y nos derrite
los ojos asiduos a las letras.

Truenan los botones, afuera llueve.
Creo que un pájaro aletea.
Junto con las teclas.
Afuera llueve, las líneas iluminan,
el día del pájaro,
el día del sonido.
Pájaro luminoso que cae, en picada.
Iluminado.


No nos dan tregua, todo sigue como en el principio.
Calor.

Necesitamos hielo, agua sabrosa y espesa.
De esa que se puede masticar,
de esa que viene en tarro.

Es desesperante, demasiado diría.
Es como un fuego, cenizas de un recuerdo.
Que magullan la piel, bronceándola.
Rasgándola.

Es una sala de internet en donde nada se aproxima a lo que debiera ser.
En donde los circuitos no fluyen, y el mar no se ve.
Abunda el amarrillo, sofocante y ahogador.
Cuídate.
Peligroso.

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